¿Qué es el ‘fracking’?
'Fracking' es una palabra inglesa que se utiliza para
definir una técnica de extracción de gas
que consiste en la inyección de agua –proviene de 'hidraulic fracturing'–,
arena y productos químicos a gran presión en el subsuelo rocoso.
El 'fracking' envenena las aguas subterráneas en el proceso de destrozar la roca para extraer el gas. En EE UU hay varios casos –muy sonado el de Pittsburgh– y se están adoptando medidas al respecto; el Estado de Nueva York, por ejemplo, ha aprobado una moratoria.
La extracción de combustibles no convencionales
por medio de la fractura hidráulica ha experimentado un desarrollo notable en
países como Estados Unidos, Canadá y Australia en la última década. Los
impactos ambientales asociados a esta práctica son múltiples (gran cantidad de
consumo de agua, contaminación de las aguas subterráneas y manantiales,
contaminación del aire, ruido, ocupación de suelo, fugas de metano....), y han
despertado una gran oposición social en todo el mundo, a medida que se han ido
conociendo casos de contaminación y afecciones al medio ambiente y a la salud
del ganado y las personas.
Los productos químicos depositados en balsas no se sabe muy bien qué hacer con ellos y permanecen allí con el riesgo de rotura y evaporando al aire sustancias contaminantes.
Un informe del pasado abril de la Universidad de Cornell
(Ithaca, EE UU), denuncia que la explotación del 'shale gas' puede emitir incluso más gases de efecto
invernadero que la del carbón. Resulta que en el 'fracking' se usan
técnicas de perforación horizontal de la roca –hasta tres kilómetros desde el
punto inicial– que emiten grandes cantidades de metano, un gas mucho más
contaminante que el CO2. Aunque el gas convencional sea menos sucio que el
carbón, el 'shale gas' es bastante peor.
Más información:
www.fracturahidraulicano.info






No hay comentarios:
Publicar un comentario